LADY
BOY..
En este país me sorprenden algunas cosas, otras menos, porque mi teoría me dice que todos los seres humanos son los mismos en todos los sitios, tienen las mismas necesidades, las mismas preocupaciones básicas, trabajar para poder alimentar a sus familias, dormir y pasárselo bien cuando pueden. Uno puede tener una religión, un color de piel o unas opiniones políticas diferentes, todos somos iguales. La cosa cambia en cuanto a la orientación sexual y aquí es donde me sorprende este lugar.
Tienen un nombre para una categoría de hombres-mujeres o mujeres-hombres que no había oído en ningún sitio. Digamos que hay hombres, mujeres muy femeninas que casi parecen muñecas y Lady Boys. Ya he visto a varios y la verdad es que a primera vista son como cualquier mujer, se les distingue por la altura, aquí no tengo complejo de bajita, y la mandíbula que por mucho que estén súper arregladas/os, impecablemente vestidas/os, depiladas/os y pintados/as, les delata la forma de la cara. Trabajan todas/os en tiendas de productos de belleza y se pasan el día delante del espejo retocándose, también están en las recepciones de los sitios de masaje tradicional tailandés, en los normales que he visitado hasta ahora. Lo cierto es que se queda uno un poco atónito pero parece que están totalmente integrados en la sociedad y en el mundo laboral, no creo que sufran ningún tipo de discriminación por ello, lo que me parece perfecto. Al fin y al cabo siempre han existido, en Roma y en Grecia en la antigüedad tenían muy claro que el mundo no solo es masculino o femenino, que cada uno tenemos nuestra propia mezcla como un Yin y un Yang que se complementan, aunque a menudo no sabemos muy bien qué hacer con ellos. Una buena lección para los países que se consideran desarrollados en todos los sentidos pero en los que todavía algunos no entienden las bodas de homosexuales.
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