MONZON
Ayer por la noche cuando me acosté como las gallinas, empezó a caer una tormenta de truenos y rayos como raras veces he oído.
Metida en mi cama a oscuras, veía los relámpagos y las palmeras doblarse casi en dos. Siempre me ha gustado oir la lluvia estando debajo del edredón, aqui disfruto de esta sensación casi cada noche a la misma hora, en esta época del año.
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