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POR LAS RAMAS

¿TWITEAS?

Resulta que he acabado en Twitter, sin comerlo ni beberlo. Mi progenitura, la carne de mi carne como suelen llamarlos a estos vampiros que te absorben toda la energía y desparecen un buen día, sin decir esta boca es mía, por primera vez en muchos años, se dedica a twittear mis mejores frases.

Es lo que tiene la tecnología. En “live”, con un rápido movimiento de dedos, tus cabreos y tus bromas malas, malísimas, acaban en la pantalla de medio mundo. Debo de admitir que algo de gracia me ha hecho, que mis cabreos maternos en tres idiomas todos mezclados, pudieran tener tanto éxito, incluso traducidos. Hasta un amigo suyo se ha hecho una camiseta con una de mis frases en inglés patatero “what do you think,  that you are the King of the Mambo or what?”,  que en cristiano, viene a ser  “¿Qué te has pensado, que eres el rey del Mambo?”.

También ha añadido preguntas, que creo que quedaran sin respuesta para siempre.  “¿Porque las madres españolas chillan cuando hablan por teléfono?” y esto no lo puedo negar, me parezco cada vez más a la mía, que podría colgar el móvil y la seguirían oyendo..

Lo que no sospecha mi hija es que con la edad, se parecerá cada vez más a mí, y a mucha honra, pero en más lista, de eso no cabe duda. Yo sigo queriendo ser como la mía, y cada vez más, a medida que pasan los años. Con sus 80 primaveras,  sigue teniendo la misma ilusión de vivir, de reírse y de disfrutar de la vida. Es una moderna aunque lo haya disimulado durante décadas,  detrás de su educación de colegio de monjas y de prejuicios franquistas. Creo que algo han pactado con el diablo, ella y su única prima de 94 años. Compuestas y sin novios, se reúnen en cualquier Starbuck que encuentran, a tomarse un café y unas pastas, mientras hablan de sus numerosos proyectos de futuro, que van desde un crucero, un viaje a Egipto, a una paella en la playa.

Muchas frases suyas hubiera podido twittear yo en mi época, que si no rechistara a menudo, parecería que soy del tiempo de María Castaña. Sin ordenador, sin internet, sin móvil, sin Twitter, sin blog sin sms, sin skype, ... pero a pesar de todo, me acuerdo de esas mismas frases, que sigo transmitiendo aunque sea a gritos, en el mismo idioma en el que me las enseñaron.

2 comentarios

Pedrito -

Muy chulo el post!

Pedrito -

Muy chulo el post! :-)